Encuentra todo lo que necesita comprar y puede realizar. Esto logra que sus clientes sientan que sus necesidades están cubiertas y será muy difícil, mientras eso siga siendo así, que cambien de bodega.
Por Jorge Gallo. 10 agosto, 2020.Una persona sale de su casa para realizar compras. Ingresa a una bodega y solo encuentra algunos de los productos que necesita; en una segunda, encuentra otro grupo y solo cuando ha visitado cuatro o cinco de estos negocios puede completar su lista de compras. Ha debido invertir mucho esfuerzo y tiempo en esta labor.
De regreso a casa, esta persona se encuentra con un conocido a quien, luego de saludar, le comenta su malestar. Recibe un importante dato: cerca de donde ambos viven, acaban de abrir una bodega donde se puede encontrar toda clase de abarrotes, verduras, frutas, entre otros. Además, se puede pagar en efectivo o con tarjetas de crédito y/o débito. Adicionalmente, es posible realizar recarga de teléfonos celulares de todos los operadores. De yapa, se pueden hacer depósitos o retiros de un banco local.
Dos días después, cuando necesita realizar nuevamente compras, el protagonista de este relato se dirige directamente a la nueva bodega. Encuentra todo lo que necesita comprar y puede realizar, inclusive, hace un retiro de su cuenta de ahorros. Además, nota que hay un buen trato de las personas que atienden, que el negocio está limpio y ordenado. Le informan que también pueden atender pedidos con entrega a domicilio.
¿Qué tan probable es que siga comprando en esta nueva bodega? Muy probable.
En este negocio han conseguido realizar una venta cruzada de productos y servicios. Esto logra que sus clientes sientan que sus necesidades están cubiertas y será muy difícil, mientras eso siga siendo así, que cambien de bodega.
Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.